La educación artística es un contenido de gran relevancia en el primer ciclo de la Educación Infantil, y parte integrante del proceso educativo.
El lenguaje artístico incluye el lenguaje plástico y el musical, y es un medio de expresión que desarrolla la sensibilidad y la creatividad, y que además contribuye a reforzar la confianza en uno mismo y en sus posibilidades.
En esta ocasión hablaremos sobre la expresión plástica, comenzando por conocer las aportaciones de este lenguaje en el desarrollo de los/las niños/as.
- Ayuda a descubrir estímulos visuales, táctiles, cromáticos…
- Desarrolla habilidades básicas en el futuro aprendizaje de la lectura y escritura, como el control viso-motriz.
- Permite conocer y representar nociones espaciales, formas y volúmenes, lo que forma parte del conocimiento matemático.
- Permite desarrollar la sensibilidad estética y la espontaneidad expresiva.
- Aumenta su autoestima, al ver sus trabajos valorados por los adultos.
En cuanto al dibujo, el niño de esta edad se encuentra en la etapa denominada garabateo, que abarca hasta los 4 años. Esta etapa evoluciona de la siguiente manera:
- Garabateo descontrolado: El/la niño/a golpea, puntea y traza líneas con el lápiz sobre el papel, pero aún no tiene conciencia de estar “pintando”. Se trata de una actividad motriz en la que el/la niño/a disfruta explorando materiales nuevos para él/la, pero sin intención representativa ni control visual.
- Garabateo controlado: Hacia los 2 años y medio, los/las niños/as comienzan a controlar el trazo, lo que les estimula e induce a variar los movimientos.
- Garabato con nombre: Sobre los 3 años, el/la niño/a empieza a relacionar esos trazos con el mundo que conoce. Pone nombre a sus obras aunque aún sean irreconocibles, lo que muestra que ha evolucionado de un pensamiento sensoriomotor a un pensamiento simbólico.
En cuanto al color, para los/las niños/as de esta edad tiene relevancia como estímulo visual. En un principio, la elección del color dependerá de su vistosidad, por eso en estas edades suelen preferir los colores vivos (rojo, naranja). A partir de los 3 años, la elección se basa mas en factores emocionales, y progresivamente irá objetivando su uso (cielo azul, sol amarillo). En este primer ciclo educativo la expresión plástica será sobre todo una actividad exploratoria: de materiales, soportes, colores, etc., para ir evolucionando hacia una actividad representativa, un lenguaje con el que expresarse. Las familias deben reconocer y valorar las obras del/la niño/a (por ejemplo, se puede poner algún dibujo suyo en casa), lo que será muy motivador: el/la niño/a lo vivirá como una recompensa a su esfuerzo y a un trabajo bien hecho.
ACTIVIDADES PARA REALIZAR CON LOS/LAS NIÑOS/AS
Pero además del dibujo libre, hay otras actividades plásticas sencillas y adecuadas a la edad, que contribuirán a su desarrollo cognitivo y psicomotor:
Modelado. Son adecuados los materiales agradables al tacto y fácilmente moldeables (plastilina). Hacer bolas, churros, figuras planas, etc., ayuda a experimentar nociones como el volumen de forma táctil.
Pintura. Los/las niños/as disfrutan pintando con las manos, con pinceles, estampando esponjas,,, Hasta los 3 años, son recomendables las ceras blandas y las témperas.
Papel. Aporta beneficios en el desarrollo psicomotor fino. Los/las niños/as pueden picar, trocear, arrugar, pegar, etc., papel. También pueden elaborar collages o sus propios cuentos con recortes y fotos de revistas.
Como hemos visto, la expresión plástica, por su adecuación al proceso madurativo y los factores implicados en ella (físicos, mentales, sociales, emocionales…), resulta una actividad imprescindible en los primeros años de vida, que proporciona unas herramientas básicas en los futuros aprendizajes.